Humanoides en el congreso
La gran farsa de los supuestos hallazgos extraterrestres en Nasca entra solemnemente a las instalaciones donde todavía acampan Moisés Mamani y Edwin Donayre.
Artículo: Carlos Portugal Fotomontaje: Luca (Pexels, Hildebrandt en sus trece)
El huaquero
Paul Ronceros (52) abre su mochila y saca dos manos alargadas que sólo tienen tres dedos. Los transeúntes que caminan por las inmediaciones del Centro Cívico se detienen a observarlas. Cuando las compró el 2015, Ronceros pensó que estas dos manos eran la prueba de que los extraterrestres estaban entre nosotros. A Ronceros se las vendió un huaquero, conocido en el mundo del saqueo arqueológico como Mario, pero en realidad se llama Leandro Rivera Sarmiento (45). Rivera fue detenido en Puno con un cargamento de piezas de Nasca en el 2010. «Mario me dijo que en Nasca, cruzando el Río Seco, encontró un sarcófago y dentro había objetos de piedra en forma de sapos, huevos y hasta renacuajos. Me dijo que había también unas 100 manos, cabezas y momias. Que eran seres bien feos, con tres dedos en cada pie y en cada mano», cuenta Paul Ronceros.Excavar Machu Picchu
Los videos de Paul Ronceros llamaron la atención del francés Thierry Jamin (50), fundador del Instituto Inkari en Cusco. Jamin es un polémico «historiador» que quiso excavar debajo de Machu Picchu para encontrar la supuesta tumba de Pachacútec (llena de oro). En 2013 la Dirección Regional de Cusco, a través de un comunicado, hizo saber que el Estado francés había advertido que Thierry Jamin no era arqueólogo y podía ser un peligro para el patrimonio nacional.Fotografía alien
Pese a la intervención de los científicos franceses, el cuento de los humanoides de Nasca siguió dando de sí y apareció en escena otro rostro conocido en el mundo de la ufología: el mexicanísimo Jaime Maussan (65).Fueron 4 horas de exposición donde se mencionaron análisis de ADN y de carbono 14. Y hasta una pericia realizada en un laboratorio de Sri Lanka.
Según los científicos de Maussan, el ADN no era humano y la prueba de carbono 14 decía que los extraterrestres eran milenarios. El parlamentario Villanueva los miraba entusiasmado.
La trafa
«No se necesita hacer grandes análisis para descubrir que esto es falso. No tiene ningún sentido anatómico. A este pie le han puesto huesos de la mano», dice Flavio Estrada, miembro del Equipo Forense Especializado del Instituto de Medicina Legal, cuando observa las tomografías de los supuestos cuerpos extraterrestres. Él fue quien tomó muestras de los cuerpos en abril del 2017, cuando la fiscalía de Nasca le envió las piezas que Paul Ronceros había entregado. Estrada analizó una cabeza con cara de alien, un esqueleto pequeño también con aspecto extraterrestre y una mano de tres dedos alargada. «Con los análisis de espectroscopia infrarroja se comprobó que la piel es una mezcla de papel, goma escolar, fibra vegetal y UHU», dice Estrada.Maussan y Mantilla
«¿Crees que los dinosaurios son un invento de los arqueólogos?», pregunta uno de los espectadores del programa online que tiene en YouTube el ufólogo Jaime Maussan. «No, los dinosaurios existen. Y estos seres (las momias de Nasca) pueden estar relacionados. ¡Son tridáctilos!», dice Maussan, emocionado. Después de terminar su programa, el ufólogo, que un día antes aceptó una entrevista, nos llama por teléfono desde México.Según su teoría, ¿de quienes serían estos cuerpos?
Quizás es una clase diferente que habitó en Egipto, México y Perú. Quizás es donde estos seres llegaron y compartieron sus conocimientos. Ahí la explicación a un montón de enigmas y misterios de las pirámides. Todo esto es especulativo. (…) ¡Se trataría del descubrimiento más importante de humanidad! María llegará a ser una momia más importante que Tutankamón. ¡Imagínalo! ¡Y hay más!
¿Hay más cuerpos?
¡Dos más! ¡Yo te lo puedo decir! Uno llamado Albert y el otro tiene huevos en su interior. Yo ya hablé con la persona que los tiene. Me prometió que no les va a hacer nada. Estoy tratando de tramitar con una congresista una amnistía para este hombre (el huaquero Mario) si entrega los cuerpos.
«Imagínate que cambiemos la historia. Imagínate la mentalidad humana cómo va a
cambiar cuando sepamos que hace miles de años andaban seres que no sabemos de
dónde venían», dice el mexicano antes de cortar la llamada. Al día siguiente
Jaime Maussan vuelve a llamar por Skype y continuamos la entrevista.
¿El huaquero los llevó a la cueva de donde decía que habían salido los cuerpos?
No.
Teniendo en cuenta que iban a pagar por estos cuerpos, ¿no se lo pidieron?
No. Te estoy diciendo yo lo que es. Los cuerpos no fueron comprados. Estás un poco sesgado, ya ves. No estás como ayer.
¿No se le pagó al huaquero?
Se le «participó» un dinero al huaquero para la posibilidad de investigar los cuerpos.
No me queda claro eso último. ¿Se le dio dinero al huaquero?
Se le dio una «participación». Para tener acceso y poder investigar.
Si no hay certeza del origen de los huesos, ¿por qué lanzarse a los medios y ante un Congreso?
¡Porque somos periodistas! La experiencia que tengo con este tipo de hallazgos es que a veces no los das a conocer y desaparecen. Aquí lo que buscamos era atraer la atención mundial a algo que parece muy importante. (…) A todos los científicos les da mucho miedo meterse con este tema. Porque los van a cuestionar y sacar toda su vida a colación. Existe una persecución hacia cualquier persona que se involucra.
Cuando cuestionamos la falta de rigurosidad científica, Jaime Maussan alza la voz y dice: «¡¿Quién te está dirigiendo hermano?!». Antes de cortar asegura que el documentalista peruano Jois Mantilla sí estuvo en la famosa cueva. «¡Yo pasé en televisión el video de Jois entrando al lugar donde se encontraron los cuerpos!», dice.
Jois Mantilla, en conversación con esta publicación, reconoce la falta de rigurosidad del «equipo de científicos» que se presentó en el Congreso. «Es probable que las personas que hayan investigado esto no tengan las credenciales necesarias», dice.Congresista Villanueva
En una sala del parlamento el congresista Armando Villanueva se reúne con nosotros. Explica que interés en el tema surgió cuando lo contactó el radiólogo cusqueño Raymundo Salas, el dueño de RayMedic, donde el francés radiografió a las momias.Antes de organizar el evento, ¿usted investigó a quienes rodeaban este proyecto?
No investigué mucho. Me interesaba promover su investigación.
Antes del proyecto, ¿se asesoró con alguien de la comunidad científica local?
No. Estábamos ante muestras que no eran exclusivas de una sola área de estudio por las especies que se estaban investigando…
¿Analizó las radiografías con alguien, aparte de Raymundo Salas, el radiólogo al servicio del francés Jamin?
No. No tuve la oportunidad de hacerlo. No necesitaba hacerlo.
Uno de los «científicos» que se presentó en el Congreso es un dentista ruso…
Pero han hecho algunos análisis que los peruanos no hemos sido capaces de hacer.
¿Un dentista hablándonos de anatomía de momias humanoides en el Congreso no le parece sospechoso?
No soy quién para juzgarlos.
¿Pero sí para cederles una sala del parlamento?
En una mesa de trabajo en el despacho que represento…
¿Usted antes de organizar esta mesa de trabajo, no se molestó siquiera en googlear a las personas que iban a venir?
No. Usted me pide muchas cosas. No es el único proyecto en el que trabajo.
Hace un año varios especialistas peruanos y extranjeros habían dicho que esto era falso.
Ellos dijeron que eran «hechizos».
Bueno… dijeron que eran armados.
¿María es armada? ¿Wawita es armada? ¿Es posible creer? (…) No soy quién para decir si es verdad o mentira, pero ante posibilidades que ofrecen las manos que tienen 7 mil años de antigüedad y María o Wawita, que tienen similitudes en la conformación… digamos en la conformación estructural…
Eso lo afirman los «científicos» que usted invitó al Congreso...
No. Según lo que yo puedo ver.
¿Es usted especialista en extraterrestres?
¡Según las evidencias!
¿No siente que le ha dado tribuna a las pseudociencias?
¡Bueno si las pseudociencias ya tuvieron la oportunidad ahora que vengan las ciencias!
¿Trató al menos de buscar algo de información científica?
Yo no soy un genetista, no soy un biólogo, no soy médico forense. Yo sólo soy un congresista. Recuérdelo (…)
La versión original de este artículo se publicó en el semanario
Hildebrandt en sus trece el 30 de noviembre del 2018.