El último clavo en el ataúd de las momias de Nasca
Desde el año 2018, los impulsores de estos restos sostienen que unos análisis de ADN realizados en Rusia indican que las momias María y Wawita pertenecen a una especie desconocida. Sin embargo, estos reportes nunca fueron publicados. Tuvimos acceso a ellos y a las declaraciones de dos genetistas que participaron en la investigación.
H
an pasado más de cinco años desde que las denominadas
«momias tridáctilas de Nasca»
saltaron a la Internet. Aquella serie de supuestos hallazgos arqueológicos que
la comunidad científica
advirtió
correspondían a restos humanos precolombinos modificados y mutilados en
la actualidad para su explotación comercial. Por otro lado, han pasado más de
dos años desde que estas momias ingresaron a la Universidad San Luis Gonzaga de
Ica (UNICA) con la venia del Vicerrectorado de Investigación de dicha casa de estudios (1,
2).
A pesar de las críticas (1,
2), un grupo de catedráticos de la UNICA aducen estar investigando estos
restos con el fin de determinar su autenticidad. Esta situación no parece
incomodar a algunas autoridades universitarias, sino, por el contrario,
recompensan esa iniciativa. El 18 de marzo pasado, el Vicerrectorado de
Investigación aprobó la entrega de «incentivos con recursos ordinarios» a
los docentes que investigan el «Registro iconográfico tridáctilo en el
antiguo Perú y su relación con los especímenes tridáctilos hallados en la
provincia de Nazca» (1,
2,
3).
La investigación cuenta con el consentimiento de los impulsores del caso.
Entre ellos, el ufólogo mexicano
Jaime Maussan, el ciudadano francés Thierry Jamin —Presidente de la ONG Inkarri y
tristemente célebre por pretender, en el 2013,
realizar excavaciones en Machu Picchu— y la corporación Gaia.
Gaia es una plataforma de streaming por suscripción que distribuye
contenido audiovisual de carácter
«esotérico». Su
participación le permitió realizar en el 2017 una serie sobre las momias (Unearthing Nazca), a pocos meses de que el caso apareciera en la Internet. Según el reporte
anual publicado por Gaia, el contenido de aquel año contribuyó al aumento de
suscripciones y a cerrar el 2017 con ingresos que alcanzaron los 28.3 millones
de dólares. La afinidad entre Jaime Maussan y Gaia va más allá de la difusión
del caso. Desde el año 2017,
algunas producciones
de Maussan forman parte del repertorio on demand de Gaia. Cabe añadir,
además, que Gaia financió y gestionó gran parte de los análisis que se
realizaron a las momias los primeros años (1, 2).
El consentimiento de los impulsores hacia esta investigación, excluye a casi
cualquier intervención del Ministerio de Cultura (Mincul). Puesto que, a su
juicio, el Mincul
no quiere que se sepa la verdad y planea desaparecer o destruir los restos
(1, 2,
3,
4,
5).
En el reciente
CONINTI 2021, llevado a cabo de manera virtual del 4 al 6 de noviembre, el Vicerrectorado
de Investigación presentó tres conferencias sobre este tema. Los ponentes fueron
Thierry Jamin y dos profesionales que, en años anteriores, colaboraron con los
impulsores: el biólogo mexicano José de la Cruz Ríos López y la educadora
colombiana Clara Martínez. Durante el
discurso de clausura,
el vicerrector Martín Raymundo Alarcón ratificó su postura al respecto:
Siempre escuché que el iqueño no tiene identidad […]. Ica sí tiene identidad y tiene identidad universal, porque hoy en día
estamos viendo que en Nasca y Palpa existieron nuestros seres prácticamente
extraterrestres: los tridáctilos. Ica sí tiene identidad universal, […]
y esos tridáctilos los tenemos en el Vicerrectorado de Investigación.
Las momias más populares tienen nombre. En palabras de los impulsores, María es
una momia «humanoide» de 1.68 m, Wawita es un «bebé híbrido» y Luisa, Josefina,
Alberto y Victoria son «reptiles humanoides» de 60 cm. Todos son tridáctilos y
están rebozados de pies a cabeza con un polvo blanco (diatomea). El Vicerrectorado de la UNICA tiene todos estos restos bajo su custodia, a
excepción de Josefina.
Las momias de Nasca. Fuente: Steve Mera
En retrospectiva
Los casi cinco años de difusión se nutrieron de análisis que
los impulsores del caso encomendaron realizar sobre estos restos en
diferentes países. Asimismo, asistieron a varios profesionales para que interpreten los informes
emitidos; quienes,
a pesar de carecer de experiencia en el estudio de momias,
concluyeron
que los cuerpos eran auténticos.
El Mincul y varios académicos han manifestado que la investigación de estos
restos carece de las autorizaciones que exige el marco legal (1, 2,
3,
4). Es
decir, la excavación en el lugar del hallazgo,
la extracción y posterior exportación de muestras y todos los análisis se
realizaron sin mediar permiso alguno. A esto se suma la ausencia de contexto
arqueológico y de registro de restos prehispánicos sometidos a esta singular
técnica de momificación.
La génesis del caso yace en el «relato» de un huaquero apodado Mario,
quien asegura haber extraído los restos de una cueva ubicada en la poligonal de
intangibilidad del área inscrita en la lista del patrimonio mundial de las
líneas de Nasca. Cuando se realizó la
inspección fiscal
del lugar señalado por Mario,
no se encontró ninguna evidencia arqueológica de características
funerarias. Asimismo, en el expediente se refiere que el supuesto lugar del hallazgo fue
levantado en época reciente, probablemente «producto de la actividad minera».
El verdadero nombre de Mario es Leandro Benedicto Rivera Sarmiento (1, 2). De
acuerdo al diario Los Andes, en el año
2007
fue capturado en Puno junto a otros diez sujetos, acusados de estafa bajo
la modalidad del «cuento de la cascada, oro tumi y el hurto de especies». En el
año 2010, diferentes medios lo sindicaron como
integrante de la banda los Palpeños de Ica, dedicada a la
profanación de restos arqueológicos de la cultura Nasca (1, 2,
3,
4,
5). El 28 de enero del 2018, el programa
66 Minutes del canal francés
M6 emitió
un reportaje sobre
las momias de Nasca. Los catorce minutos que dura la investigación periodística
transcurren entre Cusco, Ica y Lima; donde entrevistan a algunos protagonistas y
logran tener acceso a los restos. Lo revelador del reportaje surge en una
conversación grabada con una cámara oculta, donde
Mario asegura poseer otra momia valorizada en USD 100 000 (1,
2).
Mario en un reportaje periodístico de la televisión francesa. Fuente:
6play.fr
Ante la controversia, los análisis de ADN se erigieron como una de las
principales evidencias que los impulsores vienen esgrimiendo para sustentar la «autenticidad» de estos cuerpos (1,
2). En sus
alegatos aluden a las conclusiones de los profesionales que colaboraron en la
interpretación de los informes genéticos.
Un artículo
del diario Clarín, publicado el 28 de mayo del 2020, recoge esa
narrativa:
“Diferentes leyendas señalan la existencia de seres venidos de las
estrellas que habitaron entre nosotros. Y este descubrimiento de las
momias de Nazca abre la posibilidad de que las antiguas civilizaciones de
nuestro planeta podrían haber estado en contacto con seres muy extraños,
los cuales, de acuerdo con los análisis de ADN no son similares a ninguna
de las especies de nuestro mundo”, asegura Maussan.
Hasta el momento los impulsores han hecho pública la realización de análisis
genéticos a María, Wawita, Victoria, una mano con tres dedos y un cerebro.
Laboratorios de Canadá, México, Rusia y Sri Lanka emitieron sendos informes de
estos análisis. No obstante, en la difusión de todos ellos,
el caballo de batalla ha residido en el informe ruso.
El caballo de batalla
En junio del 2018, luego de un paréntesis de ocho meses, Gaia estrena
el penúltimo episodio
de Unearthing Nazca, donde
confirma su participación en la extracción y exportación de muestras a
Rusia. El episodio se centra en el fruto de esta gestión: la interpretación del
informe genético.
En su
sitio web, Gaia sostiene que estos resultados «sugieren» que el ADN de las momias «no se
asemeja a nada en los registros fósiles que ya se conocen». En la misma línea,
días después del estreno, Jaime Maussan suscribe esta opinión y se muestra
esperanzado en que el caso confirme
la «hipótesis» de los antiguos astronautas:
«Los resultados son sorprendentes y confirman lo que les habíamos
presentado aquí en el mes de setiembre del 2017 en Tercer Milenio, que existe un porcentaje del ADN que no puede ser relacionado
directamente a los seres humanos contemporáneos, al llamado Homo sapiens. Todavía hay algunas discusiones si este ADN podría ser de seres más
antiguos o si podría ser una especie desconocida, una nueva especie. Estas
dos posibilidades parecen también muy difíciles. Más bien tendríamos que
suponer que se trata de seres no humanos.
[...]
… este es el primer paso hacia la aceptación de que estos seres no
solamente están aquí, sino que han estado aquí desde siempre.» Tercer Milenio, Televisa (3/6/18)
«Si los cuerpos de la llamada momia María y de Wawita, la pequeña, resultan
auténticos muy posiblemente sean híbridos y esto cambiará la historia. Es
decir, podrían estar relacionados a los faraones egipcios, a los sumerios, y
seguramente también a algunos grandes astrónomos de Perú y también de
México, de América Latina.» Maussan TV, YouTube (11/6/18)
Pocos meses después, basándose en los mismos resultados, Maussan pasó a
sentenciar en su programa y la televisión mexicana que las momias
son seres extraterrestres (1, 2).
+
Jaime Maussan anuncia los resultados de los análisis de ADN en Rusia:
«Después de un año de investigación, los resultados de ADN nos
indican que las Momias de Nazca NO son humanas».
Fuente: YouTube
La documentación de casi todos los análisis realizados está disponible en Alien
Project (the-alien-project.com); el sitio web «oficial» de las momias que
Inkarri lanzó en el 2017. La principal pieza faltante está en la página dedicada
a los informes genéticos, donde se advierte —en letras pequeñas— que no les «fue
posible obtener los informes» emitidos en Rusia. De este informe
solo se proporcionan dos datos numéricos; los cuales constituyen uno de
los pilares sobre los que se cimentan las hipótesis de los impulsores.
El informe ruso
Tuvimos acceso al
informe ruso, a través del proyecto de divulgación Antropogénesis 1. A continuación,
desarrollaremos su contenido y lo complementaremos con información adicional que
contrasta lo que se conoce hasta el momento.
Los análisis se realizaron en el Laboratorio de Diágnostico Prenatal de
Enfermedades Hereditarias y Congénitas, hoy denominado
Centro de Genética Médica. Este
laboratorio pertenece al
Instituto de Investigación en Obstetricia, Ginecología y Reproducción, ubicado en la ciudad de San Petersburgo. El instituto colabora con algunas
universidades en la formación de profesionales, y es la base clínica de la
Escuela de Obstetricia y Ginecología de la Universidad Estatal Médica de San
Petersburgo I. P. Pavlov y de la Universidad Estatal de San Petersburgo.
Los dos datos numéricos que mencionamos líneas arriba refieren al porcentaje de
ADN común con el Homo sapiens que contienen las muestras de María y
Wawita. Esta información coincide con el informe: en María es del 23.8 % y en
Wawita del 25.6 %.
Momias María y Wawita. Porcentajes de ADN común con el
Homo sapiens
El informe plantea que estos porcentajes indican que las muestras presentan
un alto grado contaminación o que están «lo suficientemente lejos del
genoma de los humanos modernos». Por otro lado, el laboratorio
evaluó la similitud de estas fracciones coincidentes de ADN
Homo sapiens con la base de datos del
Proyecto 1000 Genomas. Un
proyecto internacional que, desde el 2008, analiza el material genético de
poblaciones de todo el mundo para desarrollar un catálogo de la variación
genética humana. En el informe se anexa un diagrama que ilustra la desemejanza
genética entre las muestras y el catálogo del Proyecto 1000 Genomas.
Diagrama del informe ruso: Proyecto 1000 Genomas y muestras de María y Wawita. Fuente: Antropogénesis
A fin de dilucidar estos resultados, el proyecto Antropogénesis contó con el
asesoramiento del genetista
Konstantin Leskov
(doctor por la Universidad Case Western Reserve). En
su
reseña, el Dr. Leskov hace notar lo siguiente:
Los autores no incluyeron en el análisis los genomas de los habitantes
modernos de la zona donde se encontraron los restos. Si existe paleo- ADN
humano confiable de Perú, también debería usarse como referencia. El
ADN de representantes de México y Puerto Rico no puede ser un reemplazo
adecuado del ADN del área geográfica del hallazgo. Ambos países se
encuentran demasiado lejos de Perú tanto geográficamente como en cuanto al
conjunto de polimorfismos en la población.
En consecuencia, México y Puerto Rico aparecieron como las únicas poblaciones
disponibles y geográficamente más cercanas al lugar de origen de las muestras.
No obstante, tal como se muestra en el diagrama, el actual genoma de sus
habitantes está más próximo al de los europeos.
Por su parte, el equipo de Antropogénesis señala que la ubicación de las momias
en el diagrama carece de cualquier particularidad sui generis, dado que
se ajusta a su origen precolombino. Es decir, como tal, les corresponde ubicarse
entre las actuales poblaciones del continente americano y asiático.
El diagrama muestra la proximidad de María y Wawita con los actuales
habitantes de México, Puerto Rico y Asia. Fuente: Antropogénesis
En la actualidad, la base de datos del Proyecto 1000 Genomas cuenta con
133 muestras
de la población peruana. Asimismo, en el 2018, se publicó
un estudio
de los genomas de los
antiguos habitantes de América Central y Sudamérica, donde se incluye a
15 individuos de Perú. Por tanto, hoy en día se podría delimitar con mayor
precisión la similitud genética de las muestras con el genoma humano.
Habida cuenta de la viabilidad técnica, Alexander Sokolov, fundador de
Antropogénesis, contactó hace unos meses a los autores del informe para que
evalúen la posibilidad de repetir el análisis. Sin embargo, el doctor en
Biología Molecular,
Aleksey Komissarov
(miembro del equipo que analizó las muestras) respondió que no veía mucho
sentido en llevar a cabo este proyecto. Puesto que, añade, «la calidad del ADN
contenido en las muestras era baja y el nivel de contaminación alto».
La recuperación de material genético de cuerpos momificados es
el proceso más complejo con el que
brega la paleogenética en la actualidad. Esto debido a
la contaminación y la antigüedad de las muestras. La genetista
Jennifer Raff (doctora
en genética y antropología por la Universidad de Indiana) aborda este tema en un
artículo divulgativo
que publicó hace unos años, del cual citaremos un fragmento:
Cuando un organismo muere, su ADN empieza a descomponerse en pequeños
fragmentos. Este proceso se ve afectado por varios factores, incluidas las
condiciones del entierro, la edad de la muestra y su exposición a
sustancias químicas en el suelo (o en el laboratorio en el que se
encuentra). El ADN fragmentado y dañado es extremadamente difícil de
recuperar; ¡una tasa de éxito del 50 % a menudo se considera un buen
resultado! [...]. Debido a que el ADN en una muestra antigua está tan fragmentado y
dañado, el proceso de copiarlo en cantidades suficientes para trabajar
copiará preferentemente cualquier ADN moderno que esté presente. De modo
que la contaminación es una preocupación enorme en la comunidad del ADN
antiguo. No solo tenemos que tener cuidado para evitar que suceda, tenemos
que ser capaces de diferenciar entre secuencias contaminadas y secuencias
antiguas legítimas.
Las observaciones del Dr. Komissarov se evidencian en el informe. Las muestras
de la momia María presentan haplogrupos del cromosoma Y,
característico en la población de Europa del Este. El informe hace
referencia a estos rastros de manipulación como «contaminación» proveniente de
«la misma persona».
Además, tal como explica la Dra. Raff, el ADN de
organismos sin vida se descompone con el tiempo, por lo que el ADN antiguo
consta de muchos fragmentos cortos. El informe revela que en las muestras de
las momias, más del 60 % de los fragmentos de ADN son largos, lo que indica
un alto grado de contaminación moderna.
Cabe mencionar que el Paleo-DNA Laboratory de la Universidad de Lakehead en
Canadá, analizó seis muestras de la momia María. En el
informe, que sí fue publicado en Alien Project, se concluye que en todas las muestras se halló ADN «de, al menos, un individuo femenino y un
individuo masculino».
En cuanto al porcentaje de ADN que no corresponde al Homo sapiens, el informe
señala que, en parte de esos remanentes, se identificó
ADN de animales ungulados. Al respecto, precisa que «esto puede
explicarse por el hecho de que se usó grasa de llama en la momificación».
Asimismo, para determinar la naturaleza de las impurezas, añade, es
necesario realizar comparaciones con «todos los genomas existentes». Es decir,
con las bases de datos de genomas de animales y plantas. Este procedimiento
no se ha realizado, el informe advierte que solo se hicieron comparaciones
con ADN viral y bacteriano.
Diagnóstico genético molecular de muestras de las momias:
«En el material de la momia enviado para su análisis, hay segmentos
de ADN que pertenecen a un humano, una mujer. La precisión del
diagnóstico es superior al 99%.»
Primer informe, firmado por el Dr. Vladislav Baranov. Fuente:
Antropogénesis
La conclusión del informe coincide con los diferentes pronunciamientos que la
comunidad científica ha manifestado sobre estos restos:
las momias María y Wawita son cadáveres humanos.
Conclusión
Desafortunadamente, estábamos limitados a solo dos muestras, generalmente
en este tipo de análisis se utilizan más, al menos 3-10 que estén
relacionados de alguna manera. Por lo tanto es necesario continuar
investigando con una cantidad mayor de muestras. Asimismo, se puede
concluir con una alta probabilidad de que las muestras de ADN de María y
Wawita corresponden al ADN humano, aunque estas no coinciden con el ADN
que tenemos disponible en la base de datos 1000 Genomas.
A inicios de febrero del 2018, la noticia de la investigación en suelo ruso
saltó a un medio local. Un corto reportaje del canal televisivo НТВ recogió
las declaraciones del Dr.
Vladislav Baranov, miembro de la
Academia Rusa de Ciencias y director del laboratorio que realizó los análisis
(1,
2). El
Dr. Baranov ratificó la conclusión del informe, en sus palabras los
estudios de las muestras concluyeron que «es ADN humano».
Hace unos meses, el Dr. Komissarov se mostró sorprendido por la forma en que se
tergiversó el informe que su equipo emitió hace tres años. «¡Es
increíble cómo tergiversaron el estudio! La contaminación común por hongos y
bacterias en ADN humano arcaico se convirtió en un marciano», afirmó en
comunicación vía Telegram.
Conversación con Aleksey Komissarov, genetista que analizó las muestras
de las momias. Fuente: A. Sokolov
Como mencionamos antes, también se realizaron análisis de ADN en Canadá, México
y Sri Lanka. La bioarqueóloga Elsa Tomasto revisó estos informes y explicó en
detalle sus conclusiones en una conferencia realizada en el Museo Nacional de
Arqueología Antropología e Historia del Perú. El evento se realizó el 4 de abril
del 2019, y su ponencia está disponible en
este enlace. De igual forma,
el Dr. Lars Fehren-Schmitz, fundador del UCSC Human Paleogenomics Lab —uno de
los más importantes centros de investigación de ADN antiguo—,
revisó estos informes. Ambos
expertos explican que los reportes coinciden unos con otros en señalar que las
muestras contienen ADN humano y un alto grado de contaminación.
El reptil humanoide
En lo que concierne a los otros informes, cabe hacer referencia al análisis
histológico que se realizó a una de las «momias» pequeñas que lleva el nombre de
Victoria. El informe revela que se enviaron dos muestras de piel —de la escápula
y de la cadera— a un laboratorio en Campeche, México. Alien Project atribuye la
autoría del informe al biólogo mexicano José de la Cruz Ríos López, no obstante,
en el informe esta es compartida con el patólogo Alejandro Martínez Vásquez.
Estos son los apartados que conforman la conclusión del análisis histológico:
-La piel del paratipo Victoria, está constituido tanto la muestra
escapular y la de la cadera por un epitelio estratificado plano altamente
queratinizado, acelular y grueso, similar a las escamas que presentan los
reptiles. -La piel de la región escapular presenta pequeñas
protuberancias altamente engrosadas de tonalidad blanca, cuya apariencia
es a la de una verruga, su distribución en la piel es de manera solitaria
y también en pares, encontrándose ausente en la muestra de la cadera. -En
la protuberancia la queratina se torna un poco más compacta y adquiere una
forma amorfa. -Hay ausencias de glándulas mucosas, tampoco presenta
glándulas sudoríparas, por lo que la pérdida de agua a través de la piel
es prácticamente nula (la queratina es quien la mantiene hidratada y
protegida), esto les permite habitar en lugares que sean muy secos, como
es el caso del desierto de Nazca, donde han sido hallados estos cuerpos
recubiertos con tierra de diatomea para su preservación.
El proyecto Antropogénesis remitió el informe al histólogo Konstantin Benken
(Centro de recursos para microscopía y microanálisis, Universidad Estatal de
San Petersburgo) a fin de obtener una
reseña especializada. A continuación resumimos algunas de sus observaciones.
Los autores cometen errores propios de
estudiantes al «confundir», en la descripción de las imágenes, el
aumento real de la imagen con el aumento del lente del microscopio.
Los autores afirman que, bajo el microscopio, las muestras son
similares «a las escamas que presentan los reptiles»,
sin presentar ninguna comparación con la piel de los reptiles. Es
más, el informe carece de microfotografías de la piel de estos animales.
Izq. Imagen del informe: Muestra extraída de la escápula de la momia.
¿Aumento 100x? Der. Imagen de K. Benken. Piel extraída de la espalda
de una iguana verde. Aumento 100x. Fuente: Antropogénesis
El informe no proporciona mediciones ni parámetros de ningún tipo,
por lo que las afirmaciones que indican que una determinada capa es
«gruesa» o «delgada» carecen de sustento.
Los autores sostienen que la «ausencia de glándulas mucosas» y sudoríparas
«permite» —en el tiempo presente— a estos seres «habitar en lugares que
sean muy secos», como el desierto de Nasca. Sin embargo, el informe omite
el hecho de que solo se analizaron dos pequeñas muestras de piel e
ignora que la piel humana también posee áreas sin glándulas ni cabellos.
Las descripciones de las dos últimas fotografías precisan que se usó un
microscopio invertido, el cual es un microscopio común en el que la
luz viaja en dirección opuesta. Konstantin Benken explica que esta
aclaración es absurda porque su uso no constituye una técnica de
microscopía, como el contraste de Nomarski, el contraste de fase o la
óptica polarizante.
La reseña concluye lo siguiente:
La incompetencia de los investigadores en el campo de la microscopía
y la histología es evidente, no se proporcionan datos necesarios, es
posible que se haya violado el protocolo de preparación de la muestra.
Las conclusiones no están fundamentadas, las fotografías no muestran
lo que afirman los autores, no hay fotografías a grandes aumentos, que
puedan servir para sacar conclusiones. No existen medidas numéricas de
espesores u otras características. No existen comparaciones
cualitativas o cuantitativas con la piel humana o de reptil para
evaluar similitudes o diferencias.
Un autogol
Sobre el biólogo José de la Cruz Ríos López, es preciso mencionar que
también respalda otra polémica investigación que tiene como protagonista a
Jaime Maussan (1, 2). Esta afinidad se remonta al 5 de mayo del 2015, cuando Maussan realizó
un evento de pago denominado
BeWitness, donde presentó las
imágenes
de un presunto «espécimen de origen desconocido». Poco tiempo después,
varios medios demostraron que se trataba del
cuerpo momificado de un niño de dos años de edad encontrado en el
Parque Nacional de Mesa Verde, EEUU (1,
2,
3, 4).
El biólogo conformó el grupo inicial de profesionales que, bajo la asistencia
de Jaime Maussan y Gaia, viajaron a Perú y tuvieron acceso a las momias en el
año 2017. Los años siguientes participó como ponente en todas las conferencias
que los impulsores organizaron sobre el caso (1, 2,
3). Su más reciente aporte
profesional es asimismo su primera publicación en una revista especializada,
la cual junto a otras vertebran una editorial búlgara de cuestionable
reputación académica. El artículo se titula
Applying CΤ-scanning for the Identification of a Skull of an Unknown
Archaeological Find in Peru, y se publicó el pasado 8 de octubre. En la actualidad, el biólogo sostiene
que todas las momias son auténticas. Sin embargo, en su publicación —tanto en
el resumen como en la conclusión— afirma que las cabezas de las momias
pequeñas se fabricaron a partir del cráneo detereorado de una llama.
Por otro lado, IARAS, la
casa editorial que publicó esta investigación, aparece en la sección de
editoriales depredadoras de la actual
Beall’s List. Una editorial
depredadora se caracteriza por incurrir en prácticas académicas poco
transparentes, por carecer de un adecuado sistema de revisión por pares y por
incumplir los estándares de calidad en sus publicaciones (1,
2,
3, 4).
Jeffrey Beall, un investigador y blibliotecario norteamericano acuñó el término
«depredador» para este tipo de revistas y editoriales (1, 2), y publicó una lista
extensa de ellas (Beall’s list) en su blog
Scholarly Open Access. En enero del 2017, Beall
eliminó su lista, pero gracias a académicos y colaboradores esta fue recuperada y sigue
actualizándose en beallslist.net.
Los coautores de la publicación en cuestión son
Georgios A Florides
y
Paul Christodoulides. Ambos alcanzaron cierta notoriedad en medios académicos con un artículo que
cuestionaba el calentamiento global y que la revista
Renewable and Sustainable Energy Reviews de Elsevier
retractó en el 2017. El editor de Elsevier retiró la publicación por plagio, aunque varios
académicos habían advertido —durante tres años— que también contenía múltiples
errores en su argumentación (1, 2). Por su
parte, Paul Christodoulides es coautor de una
peculiar investigación
publicada por una de las revistas de IARAS en mayo del 2020. El artículo
sostiene que una serie de fotografías tomadas durante la misión Apolo 11 en la
Luna fueron en realidad tomadas en un estudio fotográfico.
Ciencia vs pseudociencia
La primera publicación académica sobre estos
restos se publicó el 5 de diciembre del 2020. La
editorial Springer
publicó The Handbook of Mummy Studies, una monumental obra de más de mil páginas sobre el estudio de momias. Esta publicación contó con la cooperación de los mejores especialistas en el estudio y la conservación de restos humanos. El Dr. Guido Lombardi (Universidad Peruana Cayetano Heredia. Lima, Perú) y el
Dr. Martín Conrado Rodríguez (Instituto Canario de Bioantropología. Tenerife,
España) desmitifican el caso en
11 páginas.
El Dr. Lombardi es uno de los firmantes del
pronunciamiento
que emitió la comunidad científica, a través del World Committee on Mummy
Studies, el 8 de julio del 2017 en contra de la modificación y promoción de
estos restos arqueológicos. También participó en un pronunciamiento similar
realizado dos días después en el
Museo de Arte de Lima. Al respecto, formulamos dos preguntas al Dr. Lombardi.
Han pasado más de cuatro años desde que suscribió el pronunciamiento del
World Committee of Mummy Studies, ¿Qué reflexión le deja el tiempo
transcurrido?
Guido Lombardi: La gente merece la verdad, no mentira tras mentira. Para eso está la
ciencia ficción, la cual puede ser tanto artística como rentable; honrada
y legítima. Esperemos que los productores reflexionen y reorienten su
proceder. No se asocien más a ladrones y traficantes; no planifiquen más
esquemas de engaño o falsificación. Usen sus fondos y talentos para
financiar y divulgar investigaciones legítimas. La ciencia no rechaza la
vida extraterrestre, ¡por el contrario! Pero no la falsifiquen tan
burdamente; el mundo necesita más luz, no lo contrario.
Algunos impulsores sostienen que este caso podría impulsar la industria
turística en Nasca y Palpa, y convertir esa área en un Roswell peruano ¿Qué
opinión le merece esa propuesta?
GL: Por un lado reforzaría la idea, hasta racista, que las Líneas de Nasca no
pudieron haber sido hechas por los antiguos peruanos. Por otro, está
basado en falsedades, es un castillo de naipes. He propuesto que los
cadáveres ancestrales violentados de sus derechos hasta el extremo de
pretender despojarles su condición humana, pasen a ser expuestos en el
Museo de la PNP [Policía Nacional del Perú], cuando se reinaugure.
Cabe añadir que la industria turística que se desarrolla en torno a
la historia del
supuesto platillo volador que se estrelló en Roswell,
no se cimentó sobre la mutilación de restos humanos, ni sobre la depredación
de sitios arqueológicos.
Por último
La postergación de una solución a este caso por parte de las autoridades
competentes, hacen compatible los dos últimos párrafos del
artículo
que publicamos hace más de un año sobre este tema:
«El desamparo de sitios arqueológicos, el tráfico de bienes culturales, y la
creciente carga penal de la procuraduria del Mincul
que brega con más procesos de los que puede conducir, son solo algunos de los
factores que posibilitaron el desarrollo de este caso y que urgen ser atendidos…
las razones por las que las momias se popularizaron en círculos ufológicos son
obvias, y
la abierta posibilidad de que estas confirmen un amplio espectro de creencias
seguirá impulsando su difusión por mucho tiempo. Este hecho, de por sí, refleja la problemática por la que atraviesa nuestra
sociedad en materia de educación. No obstante,
su aceptación en la comunidad científica seguirá siendo una quimera.»
1. Antropogénesis es un proyecto de divulgación ruso orientado a la
popularización de la comprensión científica de la evolución humana, historia, y
antropología. En el año 2017, fue premiado por el Ministerio de Educación y
Ciencia de la Federación Rusa como el mejor proyecto educacional de divulgación
científica. Cuenta con la colaboración de investigadores asociados a importantes
organizaciones científicas como la Academia Rusa de Ciencias y la Sociedad
Geográfica Rusa.↑
—
Este artículo se publicó por primera vez en la sección de la Sociedad Secular Humanista del Perú en el portal utero.pe.