Reptiloides en apuros: análisis y argumentos endebles bajo escrutinio científico
En el cúmulo de informes que los impulsores de los seres tridáctilos esgrimen para sustentar la autenticidad de estos restos destacan dos que comparten el mismo autor. Un análisis histológico y el estudio tomográfico de un cráneo pequeño. El primero confirma la naturaleza anómala de una de las momias pequeñas y el segundo lo refuta por completo. Por esta y otras razones, ninguno de los profesionales que el ufólogo Jaime Maussan convocó para esta investigación ha recibido tantas críticas como el protagonista de este artículo. Entre ellos, destacados académicos que cuestionan su competencia profesional.
Artículo: Luca Fotomontaje: Luca (Pixabay, Jeff Larson)
Estos son los apartados que conforman la conclusión del análisis histológico:
-La piel del paratipo Victoria, está constituido tanto la muestra escapular y la de la cadera por un epitelio estratificado plano altamente queratinizado, acelular y grueso, similar a las escamas que presentan los reptiles.
-La piel de la región escapular presenta pequeñas protuberancias altamente engrosadas de tonalidad blanca, cuya apariencia es a la de una verruga, su distribución en la piel es de manera solitaria y también en pares, encontrándose ausente en la muestra de la cadera.
-En la protuberancia la queratina se torna un poco más compacta y adquiere una forma amorfa.
-Hay ausencias de glándulas mucosas, tampoco presenta glándulas sudoríparas, por lo que la pérdida de agua a través de la piel es prácticamente nula (la queratina es quien la mantiene hidratada y protegida), esto les permite habitar en lugares que sean muy secos, como es el caso del desierto de Nazca, donde han sido hallados estos cuerpos recubiertos con tierra de diatomea para su preservación.
Blgo. José de la Cruz Ríos López en la serie Unearthing Nazca. Fuente: Gaia |
- Los autores cometen errores propios de estudiantes al «confundir», en la descripción de las imágenes, el aumento real de la imagen con el aumento del lente del microscopio.
- Los autores afirman que, bajo el microscopio, las muestras son similares «a las escamas que presentan los reptiles», sin presentar ninguna comparación con la piel de los reptiles. Es más, el informe carece de microfotografías de la piel de estos animales.
Izq. Imagen del informe: Muestra extraída de la escápula de la momia. ¿Aumento 100x? Der. Imagen de K. Benken. Piel extraída de la espalda de una iguana verde. Aumento 100x. Fuente: Antropogénesis |
- El informe no proporciona mediciones ni parámetros de ningún tipo, por lo que las afirmaciones que indican que una determinada capa es «gruesa» o «delgada» carecen de sustento.
- Los autores sostienen que la «ausencia de glándulas mucosas» y sudoríparas «permite» —en el tiempo presente— a estos seres «habitar en lugares que sean muy secos», como el desierto de Nasca. Sin embargo, el informe omite el hecho de que solo se analizaron dos pequeñas muestras de piel e ignora que la piel humana también posee áreas sin glándulas ni cabellos.
- Las descripciones de las dos últimas fotografías precisan que se usó un microscopio invertido, el cual es un microscopio común en el que la luz viaja en dirección opuesta. Konstantin Benken explica que esta aclaración es absurda porque su uso no constituye una técnica de microscopía, como el contraste de Nomarski, el contraste de fase o la óptica polarizante.
La incompetencia de los investigadores en el campo de la microscopía y la histología es evidente, no se proporcionan datos necesarios, es posible que se haya violado el protocolo de preparación de la muestra. Las conclusiones no están fundamentadas, las fotografías no muestran lo que afirman los autores, no hay fotografías a grandes aumentos, que puedan servir para sacar conclusiones. No existen medidas numéricas de espesores u otras características. No existen comparaciones cualitativas o cuantitativas con la piel humana o de reptil para evaluar similitudes o diferencias.
Un autogol
Sobre el biólogo José de la Cruz Ríos López, es preciso mencionar que también respalda otra polémica investigación que tiene como protagonista a Jaime Maussan (1, 2). Esta afinidad se remonta al 5 de mayo del 2015, cuando Maussan realizó un evento de pago denominado BeWitness, donde presentó las imágenes de un presunto «espécimen de origen desconocido». Poco tiempo después, varios medios demostraron que se trataba del cuerpo momificado de un niño de dos años de edad encontrado en el Parque Nacional de Mesa Verde, EEUU (1, 2, 3, 4).Fragmento del artículo «El último clavo en el ataúd de las momias de Nasca», publicado en el portal utero.pe.